LO ÚLTIMO, LOS CALZONCILLOS.

Ayer en el vestuario, al igual que muchos de vosotros, me fijé especialmente en los calzoncillos que habían elegido cada uno. Había alguno más colorista de lo normal. ¿Sería uno de los nuestros? Quiero pensar que sí. Lo que sí hice, igual que siempre, es fijarme en como cada uno se los quita. Ese gesto de quitarse la última prenda y quedarse desnudo creo que es lo más excitante que hay. Porque seguro que estaréis conmigo que los calzoncillos es lo último que hay que quitarse.

Hay quien no lo hace así. Me resulta raro ver como algunos se quitan los pantalones y a continuación los calzoncillos cuando aún tienen puesto la camisa o cualquier otra prenda. y no digamos si tienen sin quitar los zapatos o los calcetines.

Lo más patético, a mi parecer es quitarse lo último los calcetines, aunque hay quien no se los quita ni para follar. No hay nada más grotesco que un tío en pelotas y con los calcetines puestos. Lo siento y pido perdon a los que si lo hacéis así os he ofendido, pero experimentar esa regla de oro de quitarse lo último los calzoncillos. Notaréis el cambio, vosotros y los que disfrutan vuestro desnudo.

Los que si siguen esta regla de oro son estos. 

Así hay que quitarselos. Poco a poco, tirando suavemente hacia abajo de la goma elástica, de un sólo lado o de los dos. Comenzando por delante o por detrás. Dejando libre de presiones y a la vista lo que antes ha estado prisionero y oculto bajo ellos. Aunque reconozco que lo que nos gustaría infinitamente es quitarlos de esta otra forma.