Son muchas las entradas que hemos dedicado a la masturbación. Hemos hablado de como pajearnos, dónde, cuánto, etc. En alguna ocasión ha salido el tema de nuestro punto G, como punto de placer inmenso, y siempre he dicho que se merece una entrada especial. Pues creo que este es el momento. Puntos erógenos en el cuerpo del hombre hay muchos. Los establecidos oficialmente, por llamarlos de alguna forma, y los que cada uno guste estimular, pero el punto G es ese punto que, de encontrarlo, al igual que ocurre en las mujeres, nos puede llevar al séptimo cielo. En el hombre ese punto G no es más que la próstata.
Todos sabemos lo placentero que resulta acariciar o presionar en el perineo. Esto se debe a que indirectamente estamos mandando estímulos a la próstata, pero otro "gallo nos cantaría" si en lugar de hacerlo desde afuera, por el perineo, lo hiciéramos desde dentro, desde el ano...
... El mundo se ve de otro color, os lo aseguro!!
Está claro que los gays saben de lo que les hablo. No necesitan que ahora les descubramos nada. El problema lo tenemos el resto, los heteros, que como con todo, también en esto nos han educado de pena.
Por suerte hoy en día tenemos más información sexual. A nivel particular acudimos sin problemas a pedir consejo médico o de un sexólogo, y a nivel de pareja también. Las parejas de heteros, acuden a sexólogos o buscan información para tener una vida sexual plena. Nos masturbamos buscando el máximo placer y son muchas las parejas que se estimulan mutuamente sus puntos g, ellos a ellas y ellas a ellos, Es curioso como en foros y páginas de sexología encontramos consejos y métodos para disfrutar al máximo de nuestros puntos g. Aquí os dejo un fragmento de una página de consejos femeninos donde recomienda y describe perfectamente como estimular el punto g de un hombre. Con lo que está claro que esto no es cosa de gays, es cosa de HOMBRES.
¿Dónde se encuentra el punto G masculino?
El punto G de los hombres se encuentra en el interior del recto, a unos 5 cm del ano y en la pared que da hacia el frente, hacia la vejiga. Puede accederse a la próstata a través del ano, introduciendo un dedo. Traspasado el esfínter anal, se llega al recto. A unos cuatro o cinco centímetros de profundidad, en su pared anterior (la que mira al pene) se encuentra un abultamiento como de un centímetro de espesor: es la próstata, nuestro Punto G.Estimulación
Hay una forma de estimular el punto G masculino externamente, es presionando o masajeando la zona que va desde el ano hasta los testículos.
Existen aquí también gran cantidad de terminaciones nerviosas que hacen a esta zona absolutamente sensible y muy erógena.
Pero masajear directamente la glándula logra producir orgasmos explosivos a muchos hombres. La glándula puede ser alcanzada insertando un dedo lubricado en el ano, o para los más osados, también juguetes sexuales. A algunos hombres les gusta que estimulen su próstata una vez que están con una erección completa, mientras que otros sienten que la estimulación prostática incrementa su erección y los conduce al mejor orgasmo que han experimentado en sus vidas. Hay casos en los que los hombres ni siquiera necesitan estimulación en sus penes, porque el placer que viene del masaje prostático es suficiente para producirles un orgasmo.
Atrevete
Si recibe un adecuado masaje, la próstata incita al hombre al orgasmo. Sin embargo, él no puede estimularse a sí mismo fácilmente, necesita la colaboración de su pareja. ¿Quieres tratar?.* Podrás sentir la forma de nuez que tiene la próstata si introduces con toda suavidad y delicadeza un dedo por el conducto anal y lo guías a través de su pared frontal.
* Aproximadamente a cinco centímetros presionas hacia adelante, es decir, hacia su pene hasta notar el pequeño abultamiento a esa altura.
* La posición que facilitará esta actividad es estando él acostado boca arriba con las rodillas contra el pecho, que para él será más excitante si tú lo pones en esa postura e inicias la exploración.
* Dale un suave y pausado masaje hasta que lo hagas llegar al orgasmo, que será mucho más intenso que uno normal.
¿Quieres multiplicar el goce? Producile un mayor placer estimulando su punto G al mismo tiempo que le hacés sexo oral.
(A este último consejo yo le añadiría también follando. Ni vosotros ni vuestras parejas sabéis lo que es un orgasmo hasta que no lo hayáis practicado mientras folláis.)
Bueno, toda esta teoría está muy bien, pero una imagen vale más que mil palabras.
Primero. Posturas para poder estimularnos nosotros mismos mientras nos pajeamos a placer:
Segundo. No lo hagáis sin relajaros y sin lubricar debidamente el dedo o será algo doloroso y extraño en vuestro culo y en lugar de estimular os dará bajona.
Tersero. Siempre mejor si tenéis la suerte de que os lo haga vuestra pareja. Especialmente lo digo por los heteros, los gay seguro que lo practican.
Cuarto. Si lo hacéis bien os aseguro que jamás habréis visto vuestra polla tan dura ni os habréis corrido hasta vaciaros los huevos, por no hablar del placer que no seréis capaces de describirlo con palabras.
Quinto. No olvidéis hacerlo mientras folláis. No sabréis lo que es un verdadero orgasmo hasta ese momento, ni vosotros ni vuestra pareja.
Espero que esta entrada sirva de una vez por toda para disfrutar al máximo de nuestra sexualidad y de todo el potencial de nuestro cuerpo, puntos G incluidos.