Me dabais por perdido, verdad?. Qué poca paciencia tenéis. Ya os dije que ahora tendríais que esperar, que no me sobra el tiempo para dedicarle al blog todo lo que me gustaría. Creo que estas esperas tienen también su morbo y, además, así repasáis algunas entradas antiguas de tantas como hay. Hasta yo mismo las tengo que repasar, y siempre encuentro alguna de la que no me acordaba.
Hoy os quiero dedicar esta entrada a esos paquete casuales, como yo les llamo. Cualquier momento y lugar es bueno para descubrir buenos, excitantes y sabrosos paquetes. Nuestro entorno está lleno, sólo hay que saber buscar y mirar a nuestro alrededor. Ese compañero de trabajo que un día te sorprende con un pantalón más ajustado de lo corriente, ese chico que te cruzas siempre por la calle, tu vecino, el que cada mañana te acompaña en el ascensor marcando un paquete de escándalo, etc, etc,etc.
Hoy os quiero dedicar esta entrada a esos paquete casuales, como yo les llamo. Cualquier momento y lugar es bueno para descubrir buenos, excitantes y sabrosos paquetes. Nuestro entorno está lleno, sólo hay que saber buscar y mirar a nuestro alrededor. Ese compañero de trabajo que un día te sorprende con un pantalón más ajustado de lo corriente, ese chico que te cruzas siempre por la calle, tu vecino, el que cada mañana te acompaña en el ascensor marcando un paquete de escándalo, etc, etc,etc.
No me digáis que estos descubrimienmtos callejeros no son un verdadero encanto que te alegran el día? Además, yo mismo procuro marcar el mío para contribuir también en este noble empeño. A más de uno he visto que he sido yo el que le he alegrado la vista y, por supuesto, el día.
Hasta la próxima, sed pacientes!!